9 de diciembre de 2011

Recuperar la arquitectura.

El objetivo de la arquitectura es la obtención de espacios saludables y confortables. No entro en el concepto de confort, difícil de describir, pero que en general entendemos. Este objetivo se alcanza modificando las condiciones del medio, que solo coinciden con el confort en algunas ocasiones. Es decir, la arquitectura sirve para protegerse de las inclemencias del tiempo (cuando las haya). Sirve para resguardarnos de la intemperie. Este es el objetivo principal. Además se han ido incorporando, a lo largo de la historia, otras cuestiones, como la necesidad de contar como somos o como queremos que nos vean, y que ha hecho que la arquitectura sea uno de las manifestaciones más importantes de la cultura de los pueblos. Pero estos aspectos los voy a dejara para otros apuntes, y me voy a centrar en el objetivo fundamental, la función de la arquitectura.
Con la evolución del conocimiento de los hombres, y sus avances tecnológicos, ha ido variando la manera de lograr este objetivo fundamental.
Tradicionalmente, y hasta hace muy poco, los hombres para protegerse de la intemperie, han utilizado los medios que les ofrecía el entorno inmediato, y las condiciones más favorables que el clima les brindaba en cada momento. De esta manera empleaban materiales naturales cercanos, accesibles y en general sanos, y por otro lado han expuesto al sol los edificios cuando era necesario para calentarse, se han protegido contra los vientos cuando estos eran desfavorables, se han abierto a las brisas cuando estas eran necesarias y beneficiosas, etc…
Con la llegada de las fuentes fósiles de energía, se han ido sustituyendo estas estrategias “naturales” por sistemas que consiguen el confort a base de quemar estos combustibles, que eran baratos, y parecían ilimitados. Y con la llegada de la industria de la construcción, y la especialización de los oficios, los materiales empleados en la construcción de nuestras viviendas, han ido alejándose de la naturaleza, y del entorno cercano, y se han ido incorporando nuevos materiales sintéticos, procedentes de transformaciones industriales.
Fuimos tan optimistas con la tecnología y las energías fósiles, que construimos espacios, sin tener en cuenta las condiciones climáticas en las que se implantaban. Algunos edificios de oficinas, intentaban crear un ambiente independiente del exterior, pero totalmente acristalados, lo que suponía la incorporación de instalaciones de climatización que para obtener la temperatura de confort los días soleados, creaba corrientes de aire que hacia imposible su utilización (y claro no se podían abrir las ventanas). En otros edificios, la combinación entre los sistemas de climatización excesivos y la utilización de materiales sintéticos no muy saludables, consiguió que sus ocupantes, tuvieran constantemente problemas de salud. Algunos de estos edificios tuvieron que cerrarse definitivamente. (síndrome del edificio enfermo)
Según fueron pasando los años, los combustibles empezaron a encarecer (en parte por que no eran tan ilimitados como parecía ...) y más recientemente se ha visto que, la quema masiva de estos combustibles esta creando un grave problema al planeta, con el famoso efecto invernadero, por el CO2 que genera. Además se han empezado a descubrir (más bien a salir a la luz pública), problemas que algunos materiales provocan directamente en nuestra salud (podemos recordar los casos del fibrocemento, de los formaldehídos, etc
En esta situación, debemos pensar en recuperar la arquitectura (algunos nunca la perdieron). Esto significa construir espacios saludables y confortables (no solo delimitar espacios para su venta), y hacerlo, acercándonos más a la naturaleza (aprendiendo de ella), aprovechando las condiciones que nos brinda el entorno, utilizando estrategias basadas en el conocimiento de l entorno, y pensando los materiales que utilizamos, no solo por sus condiciones técnicas, sino también por el efecto que producen sobre las personas.
Esto es lo que esta empezando a hacer lo que llamamos arquitectura bioclimática o bioconstrucción, o ecoarquitectura, o como queramos llamarlo. Y creo que es la única manera de recuperar el objetivo fundamental de la arquitectura, de recuperar la arquitectura.
En próximos apuntes, comentaré lo que entiendo yo por bioconstrucción o arquitectura bioclimática.


Recuperar a arquitectura.
O obxectivo da arquitectura é a obtención de espazos saudables e confortables. (Non entro no concepto de confort, difícil de describir, pero que en xeral entendemos). Este obxectivo alcánzase modificando as condicións do medio, que só coinciden co confort nalgunhas ocasións. É dicir, a arquitectura serve para protexerse das inclemencias do tempo (cando as haxa). Serve para resgardarnos da intemperie. Este é o obxectivo principal. Ademais fóronse incorporando, ao longo da historia, outras cuestións, como a necesidade de contar como somos ou como queremos que nos vexan, e que fixo que a arquitectura sexa unha das manifestacións máis importantes da cultura dos pobos. Pero estes aspectos os vou a deixase para outros apuntamentos, e voume a centrar no obxectivo fundamental, a función da arquitectura.
Coa evolución do coñecemento dos homes, e os seus avances tecnolóxicos, foi variando o xeito de lograr este obxectivo fundamental.
Tradicionalmente, e ata hai moi pouco, os homes para protexerse da intemperie, utilizaron os medios que lles ofrecía o ámbito inmediato, e as condicións máis favorables que o clima lles brindaba en cada momento. Deste xeito empregaban materiais naturais próximos, accesibles e en xeral sans, e por outro lado expuxeron ao sol os edificios cando era necesario para quentarse, protexéronse contra os ventos cando estes eran desfavorables, abríronse ás brisas cando estas eran necesarias e beneficiosas, etc...
Coa chegada das fontes fósiles de enerxía, fóronse substituíndo estas estratexias "naturais" por sistemas que conseguen o confort a base de queimar estes combustibles, que eran baratos, e parecían ilimitados. E coa chegada da industria da construción, e a especialización dos oficios, os materiais empregados na construción das nosas vivendas, foron afastándose da natureza, e do ámbito próximo, e fóronse incorporando novos materiais sintéticos, procedentes de transformacións industriais.
Fomos tan optimistas coa tecnoloxía e as enerxías fósiles, que construímos espazos, sen ter en conta as condicións climáticas nas que se implantaban. Algúns edificios de oficinas, intentaban crear un ambiente independente do exterior, pero totalmente acritalado, o que supoñía a incorporación de instalacións de climatización que para obter a temperatura de confort os días soleados, creaba correntes de aire que facía imposible a súa utilización (e claro, non se podían abrir as ventás). Noutros edificios, a combinación entre os sistemas de climatización excesivos e a utilización de materiais sintéticos non moi saudables, conseguiu que os seus ocupantes, tivesen constantemente problemas de saúde. Algúns destes edificios tiveron que pecharse definitivamente. (síndrome del edificio enfermo)
Segundo foron pasando os anos, os combustibles empezaron a encarecer (en parte por que non eran tan ilimitados como parecía...) e máis recentemente viuse que, a queima masiva destes combustibles esta creando un grave problema ao planeta, co famoso efecto invernadoiro, polo CO2 que xera. Ademais empezáronse a descubrir (máis ben a saír á luz pública), problemas que algúns materiais provocan directamente na nosa saúde (podemos recordar os casos do fibrocemento, dos formaldehidos, etc
Nesta situación, debemos pensar en recuperar a arquitectura (algúns nunca a perderon). Isto significa construír espazos saudables e confortables (non só delimitar espazos para a súa venda), e facelo, achegándonos máis á natureza (aprendendo dela), aproveitando as condicións que nos brinda o entorno, utilizando estratexias baseadas no coñecemento do medio, e pensando os materiais que utilizamos, non solo polas súas condicións técnicas, senón tamén polo efecto que producen sobre as persoas.
Isto é o que esta empezando a facer o que chamamos arquitectura bioclimática ou bioconstrucción, ou ecoarquitectura, ou como queiramos chamalo. E creo que é o único xeito de recuperar o obxectivo fundamental da arquitectura, de recuperar a arquitectura.
En próximos apuntamentos, comentarei o que entendo eu por bioconstrucción ou arquitectura bioclimática.

1 de noviembre de 2011

El trabajo del arquitecto.

En este apunte, intentaré explicar como entiendo que se debe desarrollar el trabajo del arquitecto, en general en el amplio ámbito de trabajo, pero especialmente aplicable a la redacción y ejecución de vivienda de autopromoción, que es el trabajo que mayoritariamente he realizado.
Para que una obra salga bien, y resuelva las necesidades que se pretende atender, todos las personas que intervienen en el proceso deben participar conjuntamente con espíritu positivo y de forma creativa. Primeramente el promotor (cliente) y el arquitecto deben ponerse de acuerdo en lo que van a hacer. Esto requiere mucha conversación, escucha y aportación de información mutua. El promotor sabe lo que quiere, aunque no lo exprese con claridad, por lo que tiene que hacer el esfuerzo por comunicarlo al arquitecto, y para eso debe reflexionarlo con tranquilidad. El arquitecto debe conocer todo lo necesario sobre los futuros usuarios del edificio, y por lo tanto debe hacer un esfuerzo importante de escucha y ayudar al cliente a conocer sus necesidades y preferencias y debe conocer, también, todo lo necesario a cerca el sitio en el que se va a intervenir.
El cliente debe exigir al arquitecto que le atienda con dedicación y que le escuche atentamente sin prejuicios ni distancias. También le debe exigir que le dé la información de la que este carece, empezando por los pasos que tienen que seguir para llevar a buen puerto su proyecto y los costes de estos (honorarios, licencias, construcción, etc…).
El arquitecto, durante el tiempo en que redacta el proyecto y dirige la obra, esta dando un servicio al cliente, y trabaja para intentar conseguir el mismo objetivo, por lo que debe exigir al cliente toda la claridad posible sobre sus necesidad, deseos, preferencias, gustos, y que no le oculte datos que después puedan modificar, o incluso imposibilitar la obra. No se puede dar nada por supuesto.
Durante el proceso de redacción del proyecto, se puede tener la calma que se quiera, y ensayar distintas soluciones, por que después en la ejecución de la obra es más difícil, y sobre todo más costoso experimentar. Cuanto más claro tenga el cliente el proyecto que el arquitecto le ha redactado, menos conflictos se tendrán en la obra, ya que en esta, las paradas para pensar son caras, y construir para después destruir, más caro todavía, y no solo para el promotor.
Una vez que el proyecto este completamente redactado, hay que llevarlo a la obra, y es cuando entra en escena el constructor, o el albañil, o un montón de profesionales de distintas especialidades. Cualquiera que sea el sistema de contratación de las obras, las personas que van a construir el edificio deben conocer bien el proyecto, y para eso deberían echar un vistazo a todo el proyecto, y no solo a los planos de estructuras (que definen la obra gruesa), o en su defecto una explicación detallada por parte del arquitecto del conjunto del proyecto y de las distintas partes, explicando sus materiales y dimensiones. Lo ideal sería sentarse alrededor de una mesa el arquitecto, el constructor y el promotor con los documentos del proyecto, y analizar entre todos las obra. De esta forma se pueden aclarar los puntos conflictivos, cubrir las lagunas en los aspectos que el proyecto no defina completamente, e incluso descubrir algunos errores que contenga el proyecto constructivo.

Para abundar en las relaciones entre clientes y arquitectos, es muy ilustrativo el libro de Rodolfo Livingston “El Metodo”, que auque responde a condiciones algo diferentes a la que yo he vivido, si que da ejemplos de situaciones que se dan también aquí, y  tratadas con gran humor. Es un libro destinado a los arquitectos, por lo que los clientes, encontraran algunos secretos del trabajo de estos, que no deberían conocer.





O traballo do arquitecto.

Neste apuntamento, intentarei explicar como entendo que se debe desenvolver o traballo do arquitecto, en xeral no amplo ámbito de traballo, pero especialmente aplicable á redacción e execución de vivenda de autopromoción, que é o traballo que maioritariamente realicei.
Para que unha obra saia ben, e resolva as necesidades que se pretende atender, todos as persoas que interveñen no proceso deben participar conxuntamente con espírito positivo e de forma creativa. Primeiramente o promotor (cliente) e o arquitecto deben poñerse de acordo no que van facer. Isto require moita conversación, escoita e achega de información mutua. O promotor sabe o que quere, aínda que non o exprese con claridade, polo que ten que facer o esforzo por comunicalo ao arquitecto, e para iso debe reflexionalo con tranquilidade. O arquitecto debe coñecer todo o necesario sobre os futuros usuarios do edificio, e polo tanto debe facer un esforzo importante de escoita e axudar ao cliente a coñecer as súas necesidades e preferencias e debe coñecer, tamén, todo o necesario a cerca do sitio no que se vai intervir.
O cliente debe esixir ao arquitecto que o atenda con dedicación e que o escoite atentamente sen prexuízos nin distancias. Tamén lle debe esixir que lle dea a información da que este carece, empezando polos pasos que teñen que seguir para levar a bo porto o seu proxecto e os custos destes (honorarios, licenzas, construción, etc...).
O arquitecto, durante o tempo en que redacta o proxecto e dirixe a obra, esta dando un servizo ao cliente, e traballa para intentar conseguir o mesmo obxectivo, polo que debe esixir ao cliente toda a claridade posible sobre os seus necesidade, desexos, preferencias, gustos, e que non lle oculte datos que despois poidan modificar, ou mesmo imposibilitar a obra. Non se pode dar nada por suposto.
Durante o proceso de redacción do proxecto, pódese ter a calma que se queira, e ensaiar distintas solucións, por que despois na execución da obra é máis difícil, e sobre todo máis custoso experimentar. Canto máis claro teña o cliente o proxecto que o arquitecto lle redactou, menos conflitos se terán na obra, xa que nesta, as paradas para pensar son caras, e construír para despois destruír, máis caro aínda, e non solo para o promotor.
Unha vez que o proxecto este completamente redactado, hai que levalo á obra, e é cando entra en escena o construtor, ou o albanel, ou un montón de profesionais de distintas especialidades. Calquera que sexa o sistema de contratación das obras, as persoas que van construír o edificio deben coñecer ben o proxecto, e para iso deberían botar unha ollada a todo o proxecto, e non solo aos planos de estruturas (que definen a obra grosa), ou no seu defecto unha explicación detallada por parte do arquitecto do conxunto do proxecto e das distintas partes, explicando os seus materiais e dimensións. O ideal sería sentar ao redor dunha mesa o arquitecto, o construtor e o promotor cos documentos do proxecto, e analizar entre todos as obra. Desta forma pódense aclarar os puntos conflitivos, cubrir as lagoas nos aspectos que o proxecto non defina completamente, e mesmo descubrir algúns erros que conteña o proxecto construtivo.

Para abundar nas relacións entre clientes e arquitectos, é moi ilustrativo o libro de Rodolfo Livingston "O Metodo", que auque responde a condicións algo diferentes á que eu vivín, se que dá exemplos de situacións que se dan tamén aquí, e tratadas con gran humor. É un libro destinado aos arquitectos, polo que os clientes, poden atopar algúns segredos do traballo destes, que non deberían coñecer!.


18 de octubre de 2011

Presentación.
Soy un arquitecto con ya algunos años de profesión a mis espaldas. Durante estos años he aprendido muchas cosas, y me gustaría poder transmitir este aprendizaje, a la sociedad por supuesto, y también a otros compañeros de profesión que sientan los mismos intereses que yo.
Durante estos años, he aprendido que las cosas deben hacerse bien, con dedicación y cariño, intentando resolver los problemas de las personas que nos encargan un trabajo, y también del resto de la sociedad. Esto lo he aprendido, precisamente por que no he hecho las cosas, en algunas ocasiones, con suficiente responsabilidad, y al final, te queda un mal sabor de boca, y un trabajo no enteramente satisfactorio para el cliente. A veces no se ha podido hacer mejor; por las características de la obra, e incluso por la poca colaboración de los otros agentes (promotores y constructores). Pero no esto no puede servir de excusa, al final la responsabilidad es siempre del arquitecto, aunque suene muy duro.
En este blog, además de dar a conocer el trabajo que voy realizando, iré incorporando también reflexiones sobre la construcción, la arquitectura, el territorio, y por extensión, sobre la sociedad en general.
No quiero hacer un blog para arquitectos, sino para todos los interesados en la arquitectura, por lo que intentaré emplear un lenguaje accesible a todos, sin perder el rigor. Aunque en realidad, creo que hago el esfuerzo para mi mismo, para obligarme a pensar en lo que me va ocurriendo con mi profesión y exigirme hacer un poco mejor el trabajo (para publicar mis proyectos, tendré que estar contento con ellos)


Son un arquitecto con xa algúns anos de profesión ás miñas costas. Durante estes anos aprendín moitas cousas, e gustaríame poder transmitir esta aprendizaxe, á sociedade por suposto, e tamén a outros compañeiros de profesión que sentan os mesmos intereses ca min.
Durante estes anos, aprendín que as cousas deben facerse ben, con dedicación e cariño, intentando resolver os problemas das persoas que nos encargan un traballo, e tamén do resto da sociedade. Isto aprendino, precisamente por que non fixen as cousas, nalgunhas ocasións, con suficiente responsabilidade, e ao final, che queda un mal sabor de boca, e un traballo non enteiramente satisfactorio para o cliente. Ás veces non se puido facer mellor; polas características da obra, e mesmo pola pouca colaboración dos outros axentes (promotores e construtores). Pero  isto non pode servir de escusa, ao final a responsabilidade é sempre do arquitecto, aínda que soe moi duro.
Neste blog, ademais de dar a coñecer o traballo que vou realizando, irei incorporando tamén reflexións sobre a construción, a arquitectura, o territorio, e por extensión, sobre a sociedade en xeral.
Non quero facer un blog para arquitectos, senón para todos os interesados na arquitectura, polo que intentarei empregar unha linguaxe accesible a todos, sen perder o rigor. Aínda que en realidade creo que fago o esforzo para mi mesmo, para obrigarme a pensar no que me vai acontecendo coa miña profesión e esixirme facer un pouco mellor o traballo (para publicar os meus proxectos, terei que estar contento con eles)