Actualización del CTE para el ahorro de energía
A partir del mes de marzo, entra en vigor un nuevo
DB de Ahorro de energía del Código Técnico de la Edificación (CTE). Es
decir que cambian las exigencias de demanda energética y de las instalaciones
térmicas que afectan a los edificios.
Para empezar, esta afecta no solo a los edificios
nuevos, sino a la reforma o cambio de uso de los edificios existentes, con
algunas excepciones. Además incorpora una exigencia nueva: la limitación del
consumo energético (antes este tema quedaba para la certificación energética
del edificio); y lo más importante es que la exigencia es mucho mayor que en el
documento al que sustituye.
Voy a comentar las dos primeras exigencias, que me
parecen las más importantes: la limitación del consumo energético y la
limitación de la demanda energética, que aunque tienen mucha relación, son
cosas muy distintas.
La limitación del consumo energético. (HE-0)
Como decíamos antes, la limitación del consumo
energético es una exigencia nueva. consiste en estimar el consumo energético de
energía primaria no renovable por m2 y año del edificio que queremos construir
o reformar. Este consumo energético es
el correspondiente a los servicios de calefacción, refrigeración y agua caliente
sanitaria. Para edificios de uso residencial privado (las viviendas), en
función de la zona climática donde se encuentre, y de su superficie, este
consumo tendrá que ser inferior a un valor dado. Para edificios de otros usos,
deberá tener una calificación energética igual o mejor que B (para el indicador
de consumo energético de energía primaria, y no de la emisión de CO2, ni de la
demanda energética). De esta forma cuando más exigentes sean las condiciones
climáticas de inverno donde trabajemos, mayor podrá ser el consumo máximo, y
cuando menor sea la superficie del edificio, mayor podrá ser también el consumo
máximo de este.
Una vivienda de unos 150m2 deberá consumir en
función de su zona climática, un máximo de entre 46 y 96 kWh por m2 y año. Para
tener una referencia, una vivienda bien aislada (por encima de lo exigido en la
zona climática C, donde se encuentra), con el texto vigente , tiene un consumo
sensiblemente superior a 100 kWh por m2 y año, cuando a partir de ahora deberá
estar entorno a los 60 kWh por m2 y año.
El consumo energético tiene que ver con la demanda
energética de un edificio, y con la forma en que satisfacemos esa necesidad. La
forma de satisfacer esta necesidad tiene que ve con los equipos que utilizamos
para producir la energía, el combustible utilizado y los sistemas de consumo de
esta energía para satisfacer las necesidades de calefacción, refrigeración,
agua caliente e iluminación en su caso (para los usos no residenciales).
La limitación de la demanda energética. (HE-1)
La demanda energética de los edificios se limita en
función del uso previsto y de la zona climática en la que se encuentra.
Para edificios de uso residencial privado (las
viviendas), en función de la zona climática donde se encuentre, y de su
superficie, esta demanda tendrá que ser inferior a un valor dado. En este caso
se separan las demandas energéticas de calefacción y las demandas energéticas
de refrigeración. Además de cumplir con este valor límite global, cada uno de
los elementos constructivos de la envolvente del edificio (fachadas, cubiertas,
suelos, ventanas, etc), y en función de la zona climática donde se encuentre,
deberá cumplir con un valor de transmitancia térmica máximo; y cada elemento de
separación de distintos usos y distintos unidades de uso (vivienda en un
bloque) también deberán cumplir un valor de transmitancia térmica máxima. Esta
es una diferencia importante con el texto anterior.
Una vivienda, deberá tener en función de su zona
climática una demanda energética para calefacción máxima de entre 15 y 60 kWh
por m2 y año. Para tener una referencia, la misma vivienda del ejemplo de antes
(una vivienda bien aislada -por encima de lo exigido en la zona climática C,
donde se encuentra), con el texto vigente , tiene una demanda de calefacción en
torno a los 60 kWh por m2 y año, cuando a partir de ahora deberá estar entorno
a los 26 kWh por m2 y año.
Para edificios de otros usos, la demanda energética
se estima conjuntamente la de
calefacción y la de refrigeración. Esta deberá representar un porcentaje mínimo
de ahorro respecto a la demanda de un edificio de referencia, que es un
edificio hipotético de la misma forma, tamaño, orientación, zonificación
interior y uso de cada espacio que el edificio que se calcula, pero con
elementos constructivos con unas parámetros característicos fijos, en función
de la zona climática a la que pertenece.
Así podemos ver que las condiciones de los elementos
constructivos con la aplicación de este nuevo documento, va a mejorar desde el
punto de vista térmico, de forma considerable. Vamos a ver desde ahora
espesores de aislamiento mucho mayores en todos los cerramientos, especialmente
en las cubiertas, lo que encarecerá algo su construcción. Pero por otro lado,
el consumo energético de estos edificios (si se cumplen la exigencias
descritas) va a disminuir de forma
clara.
Siguiendo el ejemplo que hemos utilizado antes ,
hasta ahora teníamos un consumo aproximado de (150 x 120) 18.000 kWh al año, y
ahora tendremos un consumo de (150 x 60) 9.000 kWh al año
Y suponiendo que utilizamos la biomasa como fuente
de energía, con una caldera de pelets, esto supone un ahorro de 2000kg, que a
un precio estimado de 0.25€/kg, son unos 500€ al año.
Actualizacion
do CTE para o aforro de enerxía
A
partir do mes de marzo, entra en vigor un novo DB de Aforro de enerxía do
Código Técnico da Edificación (CTE). É dicir que cambian as esixencias de
demanda enerxética e das instalacións térmicas que afectan aos edificios.
Para
empezar, esta afecta non solo aos edificios novos, senón á reforma ou cambio de
uso dos edificios existentes, con algunhas excepcións. Ademais incorpora unha
esixencia nova: a limitación do consumo enerxético (antes este tema quedaba
para a certificación enerxética do edificio); e o máis importante é que a
esixencia é moito maior que no documento ao que substitúe.
Vou
comentar as dúas primeiras esixencias, que me parecen as máis importantes: a
limitación do consumo enerxético e a limitación da demanda enerxética, que
aínda que teñen moita relación, son cousas moi distintas.
A
limitación do consumo enerxético. (HEI-0)
Como
diciamos antes, a limitación do consumo enerxético é unha esixencia nova. consiste
en estimar o consumo enerxético de enerxía primaria non renovable por m2 e ano
do edificio que queremos construír ou reformar. Este consumo enerxético é o
correspondente aos servizos de calefacción, refrixeración e auga quente
sanitaria. Para edificios de uso residencial privado (as vivendas), en función
da zona climática onde se atope, e da súa superficie, este consumo terá que ser
inferior a un valor dado. Para edificios doutros usos, deberá ter unha
cualificación enerxética igual ou mellor que B (para o indicador de consumo
enerxético de enerxía primaria, e non da emisión de CO2, nin da demanda
enerxética). Desta forma, cando máis esixentes sexan as condicións climáticas
de inverno onde traballemos, maior poderá ser o consumo máximo, e cando menor sexa
a superficie do edificio, maior poderá ser tamén o consumo máximo deste.
Unha
vivenda duns 150 m2
deberá consumir en función da súa zona climática, un máximo de entre 46 e 96
kWh por m2 e ano. Para ter unha referencia, unha vivenda ben illada (por enriba
do esixido na zona climática C, onde se atopa) co texto vixente, ten un consumo
sensiblemente superior a 100 kWh por m2 e ano, cando a partir de agora deberá
estar entorno aos 60 kWh por m2 e ano.
O
consumo enerxético ten que ver coa demanda enerxética dun edificio, e coa forma
en que satisfacemos esa necesidade. A forma de satisfacer esta necesidade ten
que vai cos equipos que utilizamos para producir a enerxía, o combustible
utilizado e os sistemas de consumo desta enerxía para satisfacer as necesidades
de calefacción, refrixeración, auga quente e iluminación no seu caso (para os
usos non residenciais).
A
limitación da demanda enerxética. (HEI-1)
A
demanda enerxética dos edificios limítase en función do uso previsto e da zona
climática na que se atopa.
Para
edificios de uso residencial privado (as vivendas), en función da zona
climática onde se atope, e da súa superficie, esta demanda terá que ser
inferior a un valor dado. Neste caso sepáranse as demandas enerxéticas de
calefacción e as demandas enerxéticas de refrixeración. Ademais de cumprir con
este valor límite global, cada un dos elementos construtivos da envolvente do
edificio (fachadas, cubertas, chans, ventás, etc), e en función da zona
climática onde se atope, deberá cumprir cun valor de transmitancia térmica
máximo; e cada elemento de separación de distintos usos e distintos unidades de
uso (vivenda nun bloque) tamén deberán cumprir un valor de transmitancia
térmica máxima. Esta é unha diferenza importante co texto anterior.
Unha
vivenda, deberá ter en función da súa zona climática unha demanda enerxética
para calefacción máxima de entre 15 e 60 kWh por m2 e ano. Para ter unha
referencia, a mesma vivenda do exemplo de antes (unha vivenda ben illada -por
enriba do esixido na zona climática C, onde se atopa), co texto vixente, ten
unha demanda de calefacción en torno aos 60 kWh por m2 e ano, cando a partir de
agora deberá estar entorno aos 26 kWh por m2 e ano.
Para
edificios doutros usos, a demanda enerxética estímase conxuntamente a de
calefacción e a de refrixeración. Esta deberá representar unha porcentaxe
mínima de aforro respecto á demanda dun edificio de referencia, que é un
edificio hipotético da mesma forma, tamaño, orientación, zonificación interior
e uso de cada espazo que o edificio que se calcula, pero con elementos
construtivos cunhas parámetros característicos fixos, en función da zona
climática á que pertence.
Así
podemos ver que as condicións dos elementos construtivos coa aplicación deste
novo documento, vai mellorar dende o punto de vista térmico, de forma
considerable. Imos ver dende agora espesores de illamento moito maiores en
todos os cerramentos, especialmente nas cubertas, o que encarecerá algo a súa
construción. Pero por outro lado, o consumo enerxético destes edificios (se se
cumpren a esixencias descritas) vai diminuír de forma clara.
Seguindo
o exemplo que utilizamos antes (vivenda de 150m2), ata agora tiñamos un consumo
aproximado de (150 x 120) 18.000 kWh ao ano, e agora teremos un consumo de (150
x 60) 9.000 kWh ao ano
E supoñendo
que utilizamos a biomasa como fonte de enerxía, cunha caldeira de pelets, isto
supón un aforro de 2000 kg ,
que a un prezo considerado de 0.25€/kg, son uns 500 € ao ano.
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