24 de febrero de 2014

Actualización del CTE para el ahorro de energía

A partir del mes de marzo, entra en vigor un nuevo DB de Ahorro de energía del Código Técnico de la Edificación (CTE). Es decir que cambian las exigencias de demanda energética y de las instalaciones térmicas que afectan a los edificios.
Para empezar, esta afecta no solo a los edificios nuevos, sino a la reforma o cambio de uso de los edificios existentes, con algunas excepciones. Además incorpora una exigencia nueva: la limitación del consumo energético (antes este tema quedaba para la certificación energética del edificio); y lo más importante es que la exigencia es mucho mayor que en el documento al que sustituye.
Voy a comentar las dos primeras exigencias, que me parecen las más importantes: la limitación del consumo energético y la limitación de la demanda energética, que aunque tienen mucha relación, son cosas muy distintas.
La limitación del consumo energético. (HE-0)
Como decíamos antes, la limitación del consumo energético es una exigencia nueva. consiste en estimar el consumo energético de energía primaria no renovable por m2 y año del edificio que queremos construir o reformar. Este consumo energético  es el correspondiente a los servicios de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Para edificios de uso residencial privado (las viviendas), en función de la zona climática donde se encuentre, y de su superficie, este consumo tendrá que ser inferior a un valor dado. Para edificios de otros usos, deberá tener una calificación energética igual o mejor que B (para el indicador de consumo energético de energía primaria, y no de la emisión de CO2, ni de la demanda energética). De esta forma cuando más exigentes sean las condiciones climáticas de inverno donde trabajemos, mayor podrá ser el consumo máximo, y cuando menor sea la superficie del edificio, mayor podrá ser también el consumo máximo de este.
Una vivienda de unos 150m2 deberá consumir en función de su zona climática, un máximo de entre 46 y 96 kWh por m2 y año. Para tener una referencia, una vivienda bien aislada (por encima de lo exigido en la zona climática C, donde se encuentra), con el texto vigente , tiene un consumo sensiblemente superior a 100 kWh por m2 y año, cuando a partir de ahora deberá estar entorno a los 60 kWh por m2 y año.
El consumo energético tiene que ver con la demanda energética de un edificio, y con la forma en que satisfacemos esa necesidad. La forma de satisfacer esta necesidad tiene que ve con los equipos que utilizamos para producir la energía, el combustible utilizado y los sistemas de consumo de esta energía para satisfacer las necesidades de calefacción, refrigeración, agua caliente e iluminación en su caso (para los usos no residenciales).

La limitación de la demanda energética. (HE-1)
La demanda energética de los edificios se limita en función del uso previsto y de la zona climática en la que se encuentra.
Para edificios de uso residencial privado (las viviendas), en función de la zona climática donde se encuentre, y de su superficie, esta demanda tendrá que ser inferior a un valor dado. En este caso se separan las demandas energéticas de calefacción y las demandas energéticas de refrigeración. Además de cumplir con este valor límite global, cada uno de los elementos constructivos de la envolvente del edificio (fachadas, cubiertas, suelos, ventanas, etc), y en función de la zona climática donde se encuentre, deberá cumplir con un valor de transmitancia térmica máximo; y cada elemento de separación de distintos usos y distintos unidades de uso (vivienda en un bloque) también deberán cumplir un valor de transmitancia térmica máxima. Esta es una diferencia importante con el texto anterior.
Una vivienda, deberá tener en función de su zona climática una demanda energética para calefacción máxima de entre 15 y 60 kWh por m2 y año. Para tener una referencia, la misma vivienda del ejemplo de antes (una vivienda bien aislada -por encima de lo exigido en la zona climática C, donde se encuentra), con el texto vigente , tiene una demanda de calefacción en torno a los 60 kWh por m2 y año, cuando a partir de ahora deberá estar entorno a los 26 kWh por m2 y año.
Para edificios de otros usos, la demanda energética se estima conjuntamente la  de calefacción y la de refrigeración. Esta deberá representar un porcentaje mínimo de ahorro respecto a la demanda de un edificio de referencia, que es un edificio hipotético de la misma forma, tamaño, orientación, zonificación interior y uso de cada espacio que el edificio que se calcula, pero con elementos constructivos con unas parámetros característicos fijos, en función de la zona climática a la que pertenece.

Así podemos ver que las condiciones de los elementos constructivos con la aplicación de este nuevo documento, va a mejorar desde el punto de vista térmico, de forma considerable. Vamos a ver desde ahora espesores de aislamiento mucho mayores en todos los cerramientos, especialmente en las cubiertas, lo que encarecerá algo su construcción. Pero por otro lado, el consumo energético de estos edificios (si se cumplen la exigencias descritas)  va a disminuir de forma clara.
Siguiendo el ejemplo que hemos utilizado antes , hasta ahora teníamos un consumo aproximado de (150 x 120) 18.000 kWh al año, y ahora tendremos un consumo de (150 x 60) 9.000 kWh al año
Y suponiendo que utilizamos la biomasa como fuente de energía, con una caldera de pelets, esto supone un ahorro de 2000kg, que a un precio estimado de 0.25€/kg, son unos 500€ al año.

Actualizacion do CTE para o aforro de enerxía
A partir do mes de marzo, entra en vigor un novo DB de Aforro de enerxía do Código Técnico da Edificación (CTE). É dicir que cambian as esixencias de demanda enerxética e das instalacións térmicas que afectan aos edificios.
Para empezar, esta afecta non solo aos edificios novos, senón á reforma ou cambio de uso dos edificios existentes, con algunhas excepcións. Ademais incorpora unha esixencia nova: a limitación do consumo enerxético (antes este tema quedaba para a certificación enerxética do edificio); e o máis importante é que a esixencia é moito maior que no documento ao que substitúe.
Vou comentar as dúas primeiras esixencias, que me parecen as máis importantes: a limitación do consumo enerxético e a limitación da demanda enerxética, que aínda que teñen moita relación, son cousas moi distintas.
A limitación do consumo enerxético. (HEI-0)
Como diciamos antes, a limitación do consumo enerxético é unha esixencia nova. consiste en estimar o consumo enerxético de enerxía primaria non renovable por m2 e ano do edificio que queremos construír ou reformar. Este consumo enerxético é o correspondente aos servizos de calefacción, refrixeración e auga quente sanitaria. Para edificios de uso residencial privado (as vivendas), en función da zona climática onde se atope, e da súa superficie, este consumo terá que ser inferior a un valor dado. Para edificios doutros usos, deberá ter unha cualificación enerxética igual ou mellor que B (para o indicador de consumo enerxético de enerxía primaria, e non da emisión de CO2, nin da demanda enerxética). Desta forma, cando máis esixentes sexan as condicións climáticas de inverno onde traballemos, maior poderá ser o consumo máximo, e cando menor sexa a superficie do edificio, maior poderá ser tamén o consumo máximo deste.
Unha vivenda duns 150 m2 deberá consumir en función da súa zona climática, un máximo de entre 46 e 96 kWh por m2 e ano. Para ter unha referencia, unha vivenda ben illada (por enriba do esixido na zona climática C, onde se atopa) co texto vixente, ten un consumo sensiblemente superior a 100 kWh por m2 e ano, cando a partir de agora deberá estar entorno aos 60 kWh por m2 e ano.
O consumo enerxético ten que ver coa demanda enerxética dun edificio, e coa forma en que satisfacemos esa necesidade. A forma de satisfacer esta necesidade ten que vai cos equipos que utilizamos para producir a enerxía, o combustible utilizado e os sistemas de consumo desta enerxía para satisfacer as necesidades de calefacción, refrixeración, auga quente e iluminación no seu caso (para os usos non residenciais).

A limitación da demanda enerxética. (HEI-1)
A demanda enerxética dos edificios limítase en función do uso previsto e da zona climática na que se atopa.
Para edificios de uso residencial privado (as vivendas), en función da zona climática onde se atope, e da súa superficie, esta demanda terá que ser inferior a un valor dado. Neste caso sepáranse as demandas enerxéticas de calefacción e as demandas enerxéticas de refrixeración. Ademais de cumprir con este valor límite global, cada un dos elementos construtivos da envolvente do edificio (fachadas, cubertas, chans, ventás, etc), e en función da zona climática onde se atope, deberá cumprir cun valor de transmitancia térmica máximo; e cada elemento de separación de distintos usos e distintos unidades de uso (vivenda nun bloque) tamén deberán cumprir un valor de transmitancia térmica máxima. Esta é unha diferenza importante co texto anterior.
Unha vivenda, deberá ter en función da súa zona climática unha demanda enerxética para calefacción máxima de entre 15 e 60 kWh por m2 e ano. Para ter unha referencia, a mesma vivenda do exemplo de antes (unha vivenda ben illada -por enriba do esixido na zona climática C, onde se atopa), co texto vixente, ten unha demanda de calefacción en torno aos 60 kWh por m2 e ano, cando a partir de agora deberá estar entorno aos 26 kWh por m2 e ano.
Para edificios doutros usos, a demanda enerxética estímase conxuntamente a de calefacción e a de refrixeración. Esta deberá representar unha porcentaxe mínima de aforro respecto á demanda dun edificio de referencia, que é un edificio hipotético da mesma forma, tamaño, orientación, zonificación interior e uso de cada espazo que o edificio que se calcula, pero con elementos construtivos cunhas parámetros característicos fixos, en función da zona climática á que pertence.

Así podemos ver que as condicións dos elementos construtivos coa aplicación deste novo documento, vai mellorar dende o punto de vista térmico, de forma considerable. Imos ver dende agora espesores de illamento moito maiores en todos os cerramentos, especialmente nas cubertas, o que encarecerá algo a súa construción. Pero por outro lado, o consumo enerxético destes edificios (se se cumpren a esixencias descritas) vai diminuír de forma clara.
Seguindo o exemplo que utilizamos antes (vivenda de 150m2), ata agora tiñamos un consumo aproximado de (150 x 120) 18.000 kWh ao ano, e agora teremos un consumo de (150 x 60) 9.000 kWh ao ano

E supoñendo que utilizamos a biomasa como fonte de enerxía, cunha caldeira de pelets, isto supón un aforro de 2000 kg, que a un prezo considerado de 0.25€/kg, son uns 500 € ao ano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario